El sicario campechano

Del creador de EL TREN IN VITRO

hoy presentamos:
EL SICARIO CAMPECHANO

el primer absurdo episodio de la nueva serie
POESÍA POLICÍACA

    

El sicario campechano
Cogí la metralleta y entré en la salita con moqueta
Estaba vacía de gente y miré tu estampita de frente
La pistola de la cintura me esteriliza la figura
Tenía municiones, tenía cojones
No soy mala persona pero ya verás como truena y resuena

Soy un criminal que a la gente hago mal
Soy un bastardo creador y me invento tu terror
Me gusta torturar pero lo hago con cariño, descuida
Tengo municiones, tengo cojones
Te vengo a matar, te vengo a asesinar

La mafia me envía, ya verás qué alegría
Soy como el cartero que te traigo un paquete certero
Adelanto por el pasillo, ya veras si te pillo
Tendré municiones, tendré cojones
Tengo una misión, lo hago por obligación

Tu sangre será roja, no hablo de la regla que sonroja
También tengo cuchillos para rajar los nudillos
Te bajo las calcetas, no soy un violador, te las vuelvo a subir
Traía municiones, traía cojones
El forense te meterá mano, es del oficio el hermano

Abro la puerta, pronto estarás muerta
Traigo guantes en las manos para despistar a los pies planos
Las huellas digitales son pruebas circunstanciales
Me sobran municiones, me sobran cojones
Mi rostro de malo encaja con el momento

El móvil del crimen es contrario a la estática del parto
Me ves de golpe y me miras indiferente
Estoy desconcertado tu tranquilidad me ha bloqueado
Te enseño las municiones, te oculto los cojones
Me ignoras olímpicamente y te miras al espejo introspectivamente

Mira niña que soy malvado, yo ya estoy preparado
Te quiero enviar al otro barrio pero tú no dices ni pío
Me levantas el dedo de el medio, esto me pone tibio
Las municiones preparadas, por cojones que te mato
Te apunto con un arma, esto seguro que espanta

Eres un cretino mal parido
Un aficionado que el Hampa ha colocado
Te crees un delincuente y pones cara de contento
Yo no soy la víctima, mañana me bañaré en una piscina
Tus balas son de fogueo, los cojones de lo mismo
Tú no me liquidarás y solidificada me dejarás
No me impresiona tu agresividad, ya sé de dónde la has comprado
El que tus servicios a contratado los dineros a derrochado
Así que guapo, vete y ...


¡¡PAM PAM PAM!!

Ya la he pelado, ya me la he cargado
Cómo hablaba la mala pécora, hay gente que no razona
Ahora tengo que huir para libre poder seguir
Simularé un robo en este mismo dormitorio
He tenido municiones, he tenido cojones
Saldré a la calle procurando no hacer un escandalo

(Traducción casi literal del catalán)

Esta historia es ficción, atentar contra la vida ajena es ilegal en muchos países. El personaje del sicario no quiere ser un modelo de conducta. Al final lo cogieron y pasó muchos años en la prisión por intento de homicidio en no sé cuántos grados (primer o segundo), la chica salió ilesa y ahora vive feliz porque trabaja con un contrato fijo en una floristería de Barcelona capital (zona Glorias, línea roja del metro).

La poesía policíaca es un género innovador dónde se fusionan la mala poesía y el género de la novela negra más barriobajera. Rimas ridículas (de parvulario) o rimas inexistentes (de un libro de álgebra por ejemplo) narran pequeños episodios del crimen organizado y de la habitación desordenada

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